lunes, 4 de marzo de 2013

El agua como eje de desarrollo económico sostenible

 
 
El agua es vital
 
Recurso. Marzo es el mes del agua y el mensaje debe ser cuidar los ríos y otras fuentes hídricas en calidad y cantidad, pues más de 5 millones de peruanos no cuentan con agua potable. Debe también servir para el desarrollo productivo.
 
Se acabaron los carnavales de febrero, pero desde el 1º de marzo empezaron las actividades por el Mes del Agua, recurso que sostiene la vida de 30 millones de peruanos y genera desarrollo socioeconómico, pero que aún no se valora en su real dimensión.
Según el INEI hasta setiembre del 2012, el 83,1% de los hogares del país se abastecían de agua mediante red pública, lo que significa que más de 5 millones de peruanos aún no cuentan con agua potable.
En el área urbana el 91,4% de los hogares contaban con agua por red pública, mientras en el ámbito rural solo el 58,2% tenían este servicio.
Pero además está la necesidad de las actividades productivas desarrolladas en el país como la agricultura, la minería, la industria y la pesca, que tienen como sostén principal el agua que fluye en los 1.007 ríos y 12.201 lagos y lagunas que existen en el Perú.
 
Sin embargo, aún no se toma conciencia de la importancia de la preservación y el manejo racional del recurso hídrico, sobre todo ahora que el cambio climático perturba el período de lluvias (diciembre-marzo).
"A pesar que el agua es un recurso renovable, por los fenómenos climáticos que está originando el calentamiento global es cada vez más escasa y de menor calidad, debido a la contaminación generada por las actividades del hombre", señala Javier Carrasco, especialista en temas hídricos.
Debe considerarse que la demanda de agua aumentará exponencialmente, por el uso de la población de las ciudades y de las industrias extractivas, siendo necesario que se preserven las fuentes hídricas tanto en su calidad y cantidad.
Tarea compleja porque en el Perú la disponibilidad de agua (1.768.172 millones de metros cúbicos) es asimétrica, ya que en la vertiente del Pacífico (ríos que van de la sierra a la costa) sólo está el 2,18% del recurso, pero alberga al 66% de la población nacional y los extensos valles agrícolas que abastecen de alimento al país, con cultivos que requieren altas cantidades de agua como el arroz.
Pero en la vertiente del Atlántico (ríos amazónicos) está el 97,27% del agua del país, pero en esta región sólo habita el 30% de los peruanos.
Este panorama debe empujar a tener una eficiente gestión del agua, no sólo con campañas para cerrar el caño y no desperdiciarla, sino a través de una estrategia de manejo integral de las intervenciones humanas en las cuencas hidrográficas (territorio drenado por un río o afluente hídrico).
 
En el Perú existen 159 cuencas hidrográficas, distribuidas en costa, sierra y selva, cada cual con sus propias características, problemas y posibilidades, pero todas deben tener un plan integral de gestión para asegurar el abastecimiento del recurso a las poblaciones aledañas e industrias conexas.
Tradicionalmente las obras hidráulicas y el manejo de los recursos naturales se planificaron para favorecer el desarrollo de los valles costeros, donde están las principales ciudades y actividades económicas, descuidando a las poblaciones y comunidades de las partes media y alta de las cuencas.
 
Un punto crucial en la gestión del agua es la protección de las cabeceras de cuenca, pues allí nacen los ríos, arroyos y afines, ejecutando acciones y obras como la construcción de reservorios y zanjas de infiltración para almacenar las aguas de lluvia, además de reforestarlas masivamente.
También debe tomarse en cuenta que si la agricultura consume el 86% del agua disponible, hay que promover la tecnificación del riego, pues en la costa se riegan unas 800 mil hectáreas, de las cuales menos del 10% dispone de ese sistema (reduce las pérdidas de agua hasta el 30%), pero el resto lo hace con el riego tradicional (70% de agua desperdiciada).
 
CALIDAD DEL AGUA
 
Otro aspecto fundamental es cuidar la calidad del recurso hídrico, pues es evidente que donde se desarrollan actividades productivas se vierten aguas contaminadas al mar, ríos y lagos, sin ningún compromiso de remediación por parte de mineras, empresas prestadoras de servicios, industriales y hasta agricultores que usan excesivamente  agroquímicos.
Pero no solo la industria extractiva contamina el agua, también las poblaciones de las partes altas y medias de las cuencas que arrojan basura a los ríos, sin tomar en cuenta el perjuicio para los habitantes de abajo.
 
Y esto no sólo se explica por la falta de una cultura de cuidado del agua, sino también por una mala gestión de las municipalidades en el recojo de la basura, que no contemplan en sus planes anuales la habilitación de rellenos sanitarios y plantas de procesamiento de residuos sólidos, y botan directamente la basura a los ríos, principalmente en provincias.
Como es sabido, el agua es la causa de conflictos sociales en el país, ante ello cabe resaltar la importancia de la conformación de los consejos de recursos hídricos de cuencas, donde participan los gobiernos regionales, municipalidades, organizaciones de usuarios agrarios y no agrarios, colegios profesionales, universidades, y comunidades campesinas.
Hasta se han constituido cuatro consejos de recursos hídricos, donde se elaboran los planes de gestión para el desarrollo socioeconómico (sostenible/sustentable)  de cada una de ellas.
 
EN CIFRAS
 
1.768.172 millones de metros cúbicos es la disponibilidad anual promedio de agua en el país.
83,1% de los hogares peruanos tiene acceso al agua potable mediante una red pública.
1.007 ríos discurren por todo el territorio nacional.
3.117 mlls. de nuevos soles serían las pérdidas económicas por desastres naturales, sin la prevención del caso.