El agua es vital
Recurso.
Marzo es el mes del agua y el mensaje debe ser cuidar los ríos y otras fuentes
hídricas en calidad y cantidad, pues más de 5 millones de peruanos no cuentan con
agua potable. Debe también servir para el desarrollo productivo.
Se
acabaron los carnavales de febrero, pero desde el 1º de marzo empezaron las
actividades por el Mes del Agua, recurso que sostiene la vida de 30 millones de
peruanos y genera desarrollo socioeconómico, pero que aún no se valora en su
real dimensión.
Según
el INEI hasta setiembre del 2012, el 83,1% de los hogares del país se
abastecían de agua mediante red pública, lo que significa que más de 5 millones
de peruanos aún no cuentan con agua potable.
En
el área urbana el 91,4% de los hogares contaban con agua por red pública,
mientras en el ámbito rural solo el 58,2% tenían este servicio.
Pero
además está la necesidad de las actividades productivas desarrolladas en el
país como la agricultura, la minería, la industria y la pesca, que tienen como
sostén principal el agua que fluye en los 1.007 ríos y 12.201 lagos y lagunas
que existen en el Perú.
Sin
embargo, aún no se toma conciencia de la importancia de la preservación y el
manejo racional del recurso hídrico, sobre todo ahora que el cambio climático
perturba el período de lluvias (diciembre-marzo).
"A
pesar que el agua es un recurso renovable, por los fenómenos climáticos que
está originando el calentamiento global es cada vez más escasa y de menor
calidad, debido a la contaminación generada por las actividades del
hombre", señala Javier Carrasco, especialista en temas hídricos.
Debe
considerarse que la demanda de agua aumentará exponencialmente, por el uso de
la población de las ciudades y de las industrias extractivas, siendo necesario
que se preserven las fuentes hídricas tanto en su calidad y cantidad.
Tarea
compleja porque en el Perú la disponibilidad de agua (1.768.172 millones de
metros cúbicos) es asimétrica, ya que en la vertiente del Pacífico (ríos que
van de la sierra a la costa) sólo está el 2,18% del recurso, pero alberga al
66% de la población nacional y los extensos valles agrícolas que abastecen de
alimento al país, con cultivos que requieren altas cantidades de agua como el
arroz.
Pero
en la vertiente del Atlántico (ríos amazónicos) está el 97,27% del agua del
país, pero en esta región sólo habita el 30% de los peruanos.
Este
panorama debe empujar a tener una eficiente gestión del agua, no sólo con
campañas para cerrar el caño y no desperdiciarla, sino a través de una
estrategia de manejo integral de las intervenciones humanas en las cuencas
hidrográficas (territorio drenado por un río o afluente hídrico).
En
el Perú existen 159 cuencas hidrográficas, distribuidas en costa, sierra y
selva, cada cual con sus propias características, problemas y posibilidades,
pero todas deben tener un plan integral de gestión para asegurar el
abastecimiento del recurso a las poblaciones aledañas e industrias conexas.
Tradicionalmente
las obras hidráulicas y el manejo de los recursos naturales se planificaron
para favorecer el desarrollo de los valles costeros, donde están las
principales ciudades y actividades económicas, descuidando a las poblaciones y
comunidades de las partes media y alta de las cuencas.
Un
punto crucial en la gestión del agua es la protección de las cabeceras de
cuenca, pues allí nacen los ríos, arroyos y afines, ejecutando acciones y obras
como la construcción de reservorios y zanjas de infiltración para almacenar las
aguas de lluvia, además de reforestarlas masivamente.
También
debe tomarse en cuenta que si la agricultura consume el 86% del agua
disponible, hay que promover la tecnificación del riego, pues en la costa se
riegan unas 800 mil hectáreas, de las cuales menos del 10% dispone de ese
sistema (reduce las pérdidas de agua hasta el 30%), pero el resto lo hace con
el riego tradicional (70% de agua desperdiciada).
CALIDAD DEL AGUA
Otro
aspecto fundamental es cuidar la calidad del recurso hídrico, pues es evidente
que donde se desarrollan actividades productivas se vierten aguas contaminadas
al mar, ríos y lagos, sin ningún compromiso de remediación por parte de
mineras, empresas prestadoras de servicios, industriales y hasta agricultores que
usan excesivamente agroquímicos.
Pero
no solo la industria extractiva contamina el agua, también las poblaciones de
las partes altas y medias de las cuencas que arrojan basura a los ríos, sin
tomar en cuenta el perjuicio para los habitantes de abajo.
Y
esto no sólo se explica por la falta de una cultura de cuidado del agua, sino
también por una mala gestión de las municipalidades en el recojo de la basura,
que no contemplan en sus planes anuales la habilitación de rellenos sanitarios
y plantas de procesamiento de residuos sólidos, y botan directamente la basura
a los ríos, principalmente en provincias.
Como
es sabido, el agua es la causa de conflictos sociales en el país, ante ello
cabe resaltar la importancia de la conformación de los consejos de recursos
hídricos de cuencas, donde participan los gobiernos regionales,
municipalidades, organizaciones de usuarios agrarios y no agrarios, colegios
profesionales, universidades, y comunidades campesinas.
Hasta
se han constituido cuatro consejos de recursos hídricos, donde se elaboran los
planes de gestión para el desarrollo socioeconómico (sostenible/sustentable) de cada una de ellas.
EN CIFRAS
1.768.172
millones de metros cúbicos es la disponibilidad anual promedio de agua en el
país.
83,1%
de los hogares peruanos tiene acceso al agua potable mediante una red pública.
1.007
ríos discurren por todo el territorio nacional.
3.117
mlls. de nuevos soles serían las pérdidas económicas por desastres naturales,
sin la prevención del caso.